La serie de seis partes de la Bomba Climática de la Cuenca Pérmica explora el actual auge del petróleo, el gas y la petroquímica en la Cuenca Pérmica, una historia de infraestructura tóxica descontrolada, injusticia ambiental y exceso climático.
Esta serie analiza los impactos climáticos, de salud pública, económicos y sociales del auge del fracking en el Pérmico. Ilumina el vínculo de la Cuenca Pérmica con la injusticia ambiental y la expansión petroquímica en la costa del Golfo. El informe también sigue el flujo de hidrocarburos del Pérmico a los mercados de exportación. Finalmente, da voz al impacto que la infraestructura de combustibles fósiles tiene en las comunidades, destacando a las personas que enfrentan la industria del petróleo y el gas en la región.
La producción de petróleo y gas en la Cuenca Pérmica ha crecido más de 5 veces en la última década. A pesar de la crisis climática, todavía se espera que crezca agresivamente en la próxima década. En un momento en que los principales científicos del mundo están de acuerdo en que "se necesita una acción rápida, transformadora y sostenida para garantizar que el calentamiento global no exceda los niveles de temperatura de 1,5 ° C", Estados Unidos no puede permitirse desarrollar nuevas reservas de combustibles fósiles, ni continuar aumentando sus exportaciones al extranjero.
La Cuenca Pérmica también es responsable de alimentar una explosión en el procesamiento y fabricación de plástico a lo largo de la costa del Golfo. Las comunidades que ya están cargadas con plantas químicas tóxicas están siendo testigos de expansiones de plantas nuevas y existentes, elevando su carga tóxica acumulada más alto que nunca. Este auge de la producción de plásticos ignora la protesta de las comunidades y los gobiernos de todo el mundo por la crisis de contaminación plástica, amenazando la supervivencia de innumerables especies y causando un daño inconmensurable a la salud pública y los ecosistemas de todo el mundo.
Si bien la producción, las exportaciones y los plásticos representan amenazas únicas para las comunidades de primera línea, décadas de fallas regulatorias y una aplicación ambiental insuficiente han permitido que las operaciones de petróleo y gas del Pérmico se conviertan en algunas de las más sucias del mundo. La intensidad de la perforación, el uso de agua, arena y productos químicos, y la falta de supervisión regulatoria, han convertido partes de la cuenca en un baldío industrial; disminuyendo la calidad de vida de los residentes, amenazando la agricultura local, la ganadería, el turismo y la recreación, y relegando la salud y la seguridad básicas de los residentes como una idea de último momento a la búsqueda del crecimiento de la industria.
La Bomba Climática en la Cuenca Pérmica es una colaboración entre Oil Change International, Earthworks y Center for International Environmental Law para revelar los verdaderos costos del crecimiento explosivo de la Cuenca Pérmica.
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